Wednesday, November 23, 2005

VOTEN POR MI....

Como estamos en plena etapa previa a elecciones, los nervios cunden y los políticos tiritan, hago el llamado a ustedes, amigos míos, a que voten por mí. Mi gobierno será totalmente demagógico, corrupto y de carácter indefinido, con posibilidades de reelección hasta el infinito, incluso heredable a mis sucesores hasta la décima generación.
Para no tener conflictos con ninguno de nuestros vecinos, le entregaremos a Perú todo el mar y territorio comprendido entre Arica y Caldera, y a Bolivia, entre Caldera y La Serena. A nuestros queridos hermanos argentinos, desde Temuco para abajo, y así quedamos con un país bastante manejable, desde La Serena a Temuco, lo cual reduce de manera importante la cesantía y aumenta el fondo de pensiones para repartir entre menos personas. Un punto importante es que antes de hacer esta cesión, todas las cárceles serán trasladadas a las ciudades que quedan fuera de la línea fronteriza, y así acabamos también con el problema de la delincuencia.
Por otro lado, le prometeremos lealtad absoluta a Chávez, Castro, Bush, Hussein, Putin, Blair, Berlusconni y el papa Benedicto XVI, así como todos los jefes de Estado con los cuales podemos llegar a firmar un TLC.
A cada uno de los ministros de Estado y a los jefes de divisiones públicas se les otorgará el un porcentaje de los fondos fiscales para su libre utilización. De esta manera, podrán ir al supermercado, comprar caballos y parcelas en la playa, sin tener que justificar la rendición de estos gastos con asesorías mulas y negocios de dudosa procedencia. En cuanto a la familia de la presidenta y a su círcuilo más íntimo de amigos, todos contarán con un auto último modelo, un helicóptero particular y gastos ilimitados para celebrar con sus amistades.
¿De dónde sacaré tanta plata, se preguntarán? Y bueno, de cobrar impuestos a todos los trabajadores del país, (prepárense para nuevos impuestos, como el I.V.S, Impuesto de Valor al Sexo por cada vez, una millonada de plata si le creemos a la encuesta de Axe, y el ISI Impuesto sobre la infidelidad, una multa pagada por los infieles sorprendidos in fraganti, otra millonada).
Prometo mejorar el sistema de salud pública. En vez de sillas de madera, los pacientes podrán esperar en cómodas sillas de playa; se reciclarán todas las vendas hirviéndolas con harto omo, y se implementarán camarotes en las piezas para aprovechar al máximo el espacio (los menos graves arriba).
En cuanto a la educasion, se tomaran medidas especiales, como aprobeshar en algo productibo la famoza jornada completa. En eze tiempo, los alumnos se dedicarán a enzeñarle a sus profesores la materia, para que puedan zuperar la evaluazión propuesta por el ministerio de educazion.
Por todas estas razones, les pido que voten por mí. Además, y para callao, les cuento que estoy dispuesta a pagar diez lucas por voto, a cuenta de las cuentas privadas que tendré en un banco internacional después de que salga elegida...
¡¡Viva Pancha Presidenta!!
http://www.atinachile.cl/vote/456

Friday, November 11, 2005

Malditos Zapatos

Cada vez que una mujer tiene una cita, se lleva horas del día pensando qué se va a poner, cómo se va a peinar, y hasta qué temas sacar a colación si se produce uno de esos incómodos momentos de silencio en medio de la mesa. La de ayer no era una cita a ciegas (he seguido fielmente mis promesas y no he vuelto a caer en la tentación de ir a una cita sin conocer antes al susodicho), sino que era algo incluso más complicado. Era una re-cita, un encuentro con el que, en algún minuto de la vida tuvimos algo.
Aún peor, porque estas citas tienen bastantes juicios detrás, empezando porque nunca tienes la certeza absoluta de que en realidad valga la pena darse una vueltecita por el pasado.
Hasta ayer, mi convicción era que cualquier vuelta atrás era una pérdida de tiempo, puesto que si las cosas habían terminado, era por alguna razón misteriosa del destino. Sin embargo, distintos reencuentros de amigos y amigas muy cercanos fueron echando por tierra mi teoría, y me hicieron preguntarme qué pasaría si volviera a ver a ciertas personas que alguna vez fueron importantes en mi vida amorosa. Obviamente, no todos los fantasmas tienen la misma oportunidad. A algunos muertos es mejor dejarlos exactamente donde están.
Pero aquí estaba, ad portas de una cita con un fantasma. Propiamente, no era una “cita” lo que se había acordado, sino un reencuentro entre viejos amigos, con conversación relajada y un par de tragos de por medio. Por lo mismo, no podía vestirme como quien va dispuesta a la conquista, y tampoco tan relajada para el susodicho no llegue a pensar “Menos mal que me saqué de encima a esta mina, qué esta cada día más fea”, o cualquier cosa por el estilo. Finalmente, un par de bluejeans y mi adorada chaqueta Zara fueron la indumentaria elegida. ¿Zapatos de cuero café, puntudos, de señorita, o las carreteadas zapatillas celestes, esas con las que dejé las patas en Europa? Me ganó el estilo y me decidí por los puntudos. Total, no iba a caminar tanto, pensé para mis adentros.
Sólo puedo decirles que fue una pésima decisión, un saludo a la bandera de los calzones de abuelita de Bridget Jones.
Cuando llegué al lugar de nuestro encuentro –recordemos que no era cita y por lo tanto no me pasó a buscar a mi casa-, el lugar estaba tan atestado de gente, que decidimos ir a comer sushi a otra parte. El problema era que para ir al nuevo destino, debíamos ir a buscar el auto a su casa…¿Tienes problemas para caminar 10 cuadras? No, por supuesto que no, le dije yo….
Y la verdad es que hubiese sido una muy agradable caminata, paseando por una de las calles más bonitas de Santiago, en la noche y con una temperatura agradable, de no haber sido por los malditos zapatos. Nada que decir del comportamiento de Antonio, puesto que del primer momento en que nos vimos, todo fluyó con tal naturalidad como si nos hubiésemos dejado de hablar la semana pasada. Conversamos de un montón de cosas, de mi viaje, de su pega, de una amiga que se casa, en fin, de muchas cosas, pero a esas alturas, yo soñaba con llegar a su casa y subirme al bendito auto.
Una vez que llegamos y nos fuimos, seguimos batiendo la lengua hasta el local de sushi, hasta que por supuesto llegamos al momentum de silencio incómodo que precede a hablar de “nosotros”. Más incómodo es cuando en realidad el “nosotros” ya no existe. Luego de hacer los mea culpa respectivos, en torno a que no nos habíamos dado el tiempo para conocernos bien y la cacha de la espada, yo creo que nos sentimos más relajados, más libres para estar a nuestras anchas y comenzar el nuevo capítulo de pura y sana amistad.
Una amiga ya tiene más libertades que una pretendiente, pensé. Y una vez afuera del restaurant, me saqué los zapatos torturadores, los tomé con la mano junto con la cartera y nos fuimos de vuelta a mi casa. No hubo promesas de llamados, ni de citas, ni invitaciones a eventos. Todo queda en manos del destino. Y esta vez, si desaparece una vez más de mi vida, prometo no volver a buscarlo.

On diet...

No había escrito porque estaba con verdadera depresión. No saben el enorme desequilibrio emocional que significó para mi vida dejar completamente el azúcar. Decirle adiós a los chocolates, a los pasteles, a la crema, a los helados y un largo etc, ha sido terrible para mi vida. De un día para otro, tuve que resignarme a ser un vil conejo, comiendo verduras y frutas como nunca en la vida y obligada a hacer ejercicio aeróbico al menos tres veces al día.
Lo peor de todo es que parece que mi felicidad conmigo misma, aunque suene penoso, estaba en directa proporción a las endorfinas que suministraba el chocolate a mi dieta, porque las primeras dos o tres semanas de suplicio, salió una verdadera personalidad oculta, mi Mr Hyde personal y secreto que ni yo misma conocía, con un mal genio horroroso y un enorme parecido a los arranques de rabia del hombre increíble. Lo peor es que cuando estos arranques cesaban, daban paso a un estado terrible de estupidez, lo cual me llevó a dejar las dos únicas copias de las llaves adentro del departamento, perdí una chaqueta, un cuaderno con mi vida (léase teléfonos, datos y demases) y dos chalecos arriba de una micro.
Después de tres semanas de comer como un canario y hacerme bolsa arriba de un step por cuarenta minutos al día, se me ocurrió la peor idea que podría haber tenido: subirme a la pesa de la farmacia de la esquina. Cuando salió el papelito con los datos, quería morirme: ¡No había bajado ni medio gramo!
Con una depresión enorme y la rabia que me dio, salio Mr. Hyde dispuesto a atacar cuánta dulcería que se me cruzara por delante, devorando lo que encontrara a mi paso, de la desilusión enorme de tanto sacrificio para nada. Sin embargo, creo que ese fue mi punto de inflexión. Luego del episodio de la pesa, prometí no pesarme hasta volver con la nutricionista, y seguir adelante con dieta y ejercicios, porque al final y al cabo, lo que está en juego aquí no es si tengo dos centímetros menos de cintura, sino mi salud.
Con esa convicción y una fuerza de voluntad que ni yo misma conocía, seguí estoicamente el buen camino y ya tuve los primeros resultados: Con dos kilos menos, 5 centímetros menos de cintura y 2.5 de caderas, ya empiezo a mirar la vida con otros ojos. Ahhhh…Y lo más importante: ¡Ahora puedo comer Chocolate Diet!

De regalo va un chiste que encontré…. Les juro que la entiendo! Ambién he soñado un par de veces que como toneladas de chocolate…

Querido Diario:
Hoy comencé a hacer dieta. Necesito perder 8 kg . El médico me ha aconsejado escribir un diario donde tengo que anotar mi alimentación y hablar de mi estado de ánimo. Me siento de vuelta a la adolescencia pero estoy muy, muy entusiasmada con todo. Por más que la dieta sea dolorosa, cuando consiga entrar en ese vestidito negro maravilloso, va a estar todo perfecto...
Primer día de dieta.
Un pedazo de queso blanco. Un tazón de cereales sin azúcar. Mi humor está de maravilla. Me siento más liviana. Un leve dolor de cabeza tal vez...
Segundo día de dieta.
Una ensaladita rápida. Algunas tostadas y un vaso de yogur. Aún me siento maravillosa. La cabeza me duele un poquito más fuerte pero nada que una aspirina no pueda solucionar.
Tercer día de dieta.
Me desperté de madrugada con un ruido extraño... Creí que era un ladrón, pero después de un tiempo me di cuenta de que era mi propio estómago haciendo un ruido que daba miedo... Como hacía calor, aproveché para tomarme un litro de té... Estuve meando el resto de la noche.Anotación: No tomar nunca más té de manzanilla.
Cuarto día de dieta.
Estoy empezando a odiar la ensalada. Me siento como una vaca mascando pasto. Estoy algo irritada, pero creo que es el tiempo... Mi cabeza parece un tambor... Mi compañera de trabajo comió una pizza en el almuerzo. ¡¡¡Pero yo resistí!!!.Anotación: Odio a mi compañera de trabajo.
Quinto día de dieta.
Juro por Dios que si vuelvo a ver un pedazo más de queso blanco vomito!!!.Mi almuerzo: una ensalada, que parecía reírse en mi cara... Necesito calmarme y volver a concentrarme.
Sexto día de dieta.
¡¡¡¡¡¡Estoy muerta!!!!!!.No dormí nada por la noche. Y lo poco que conseguí soñé con un flan de vainilla que chorreaba caramelo líquido. Creo que hoy mataría por darle una mordida a un bocadillo de calamares o de lo que sea.
Séptimo día de dieta.
Fui al médico. Adelgacé 250 gramos .¡¡¡Esto es una jodienda!!!. Toda la maldita semana comiendo pasto , que sólo me falta mugir y ¡¡¡sólo he perdido 250 gramos !!! El médico me explicó que es normal. Que la mujer tarda más en adelgazar. y más a mi edad...¡¡¡El hijo de puta me ha llamado gorda y vieja!!! Anotación: Buscar otro médico.
Octavo día de dieta.
Hoy fui despertada por un pollo asado, ¡¡¡Lo juro!!! Estaba a los pies de la cama, bailando un can-can.Anotación: Mis compañeros de trabajo están empezando a mirarme raro...
Noveno día de dieta.
Hoy no fui a trabajar. El pollo asado me despertó de nuevo, esta vez bailando la danza del vientre. Pasé todo el día tumbada en el sofá viendo la tele. Creo que existe un complot. Todos los canales pasaban recetas de cocina. Enseñaban a hacer tartas de frutas, maravillosas salsas.Anotación: Comprar otro control remoto, en un arranque de furia, lo tiré por la ventana.
Décimo día de dieta.
Odio a todo el mundo !!!!!!!!!
Décimo primer día de dieta.
Le di una patada al perro de mi vecina. Grité como una loca. El botones no entra más a mi oficina y las secretarias se pegan a la pared cuando yo paso.
Décimo segundo día de dieta.
Sopa.Anotación: Nunca más vuelvo a jugar al poker con el pollo asado. ¡¡¡Hace trampas!!!
Décimo tercero día de dieta.
La balanza no se mueve. ¡No se mueve!. ¡¡¡No perdí ni un mísero gramo!!!.Empecé a reírme a carcajadas. El médico, asustado, me sugirió un psicólogo. Creo que llegó a decir psiquiatra. ¿Será porque lo amenacé con un bisturí?Anotación: No vuelvo más al médico, el pollo cree que es un cantamañanas y un charlatán
Décimo cuarto día de dieta.
El pollo me presentó a unos amigos. El Sr. Lomo es muy buena gente, el Sr. Solomillo muy buen conversador y Dña. Tarta de frambuesas es una señora muy dulce
Décimo quinto día de dieta.
Maté a Claudia Schieffer!!!. La corté en pedacitos al igual que a todas las fotos de las modelos súper flacas que tenía en casa... Anotación: El pollo y sus amigos están mosqueados conmigo. Me comí un pedazo del Sr. Pan. ¡¡¡Pero fue en legítima defensa!!!, el me amenazó con un pedazo de salami.
Décimo sexto día.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡A LA MIERDA LA DIETA !!!!!!!!!Me agarré un cabreo con el pollo porque me hizo trampas en el poker y me lo comí junto con el Sr. Pan. Y de postre le ataqué a Dña. Tarta de Frambuesas, y estaba realmente riiicooooooooooooo