Wednesday, December 26, 2007

Fin de año

Si tuviera que definir el año 2007, diría que ha sido un año redondito.

Si tuviera que resumirlo en una palabra sería: Gracias.

Si tuviera que elegir lo más importante, ese sería Jose.

Si tuviera que decidir de nuevo, haría exactamente lo mismo.

Si tuviera que hablar de mi fortaleza, sería mi familia.

Si tuviera que escoger un desafío, sería mi nuevo trabajo.

Si tuviera que contar mi peor temor, sería mi mamá enferma.

¿Y la alegría? Saber que no era nada.

Si tuviera que condensarlo en una palabra, esa sería Amor.

Friday, December 14, 2007

El palo de escobillón

Ayer me sentí totalmente ultrajada. Alguien entró a mi auto a robar.

Fue un día bastante agitado, pues había acordado juntarme con la Andrea y la Lore después de muchos meses de no vernos. Ellas eran unas de mis mejores amigas de universidad, y a veces, lo que ocurre es que te pilla la máquina y no queda tiempo para ver a la gente que a uno le importa. Más, ahora que he pasado del estado civil de soltera al estado soltera con compromiso, feliz por cierto.

El asunto es que mi pololito lindo fue al supermercado y me compró todas las cosas que necesitaba para mi reunión de niñas, y dejó el auto afuera del edificio para bajar las bolsas con mayor comodidad. Y claro, después, entre la pelambrera, las risas, el mango sour y la comida, nunca me acordé que el auto había quedado afuera y que, más encima, había clásico en el estadio e iban a circular la chorrera de flaitongos por mi calle.

Y cuando bajamos para ir a dejar a la Lore y guardar el autito al estacionamiento, yo me fijé que el asiento de atrás estaba hacia adelante, y las cosas adentro estaban todas desordenadas. ¿Qué onda? Le pregunto a Jose, cuando veo que tenía la cara blanca como un papel. ¡Entraron al auto!

Chiuuuu, vamos abriendo el auto (aún no nos explicamos cómo lograron entrar, porque no había ninguna cerradura forzada y el cierre centralizado funcionaba sin problemas), y encontramos todo desordenado: La guantera abierta, los pañuelitos desechables tirados en el piso, mis gafas de sol con estuche y todo en el asiento, todo desordenado pero íntegro. Con un alivio inmenso, Jose revisó debajo del asiento y encontró un iPod de 80 gigas que tenía guardado y que no se llevaron. (Les aprovecho de pasar el aviso, mi pololito está vendiendo iPods de 4, 8, 40 y 160 gigas a precios super convenientes).

Creemos que algo o alguien interrumpió a los ladrones, viendo que no se llevaron ni la antena del auto y que por el contrario, casi que me dejaron el auto más ordenado jajajaj

Recuento final: Lo único que se llevaron de la maletera fue el palo de un escobillón nuevo que no habíamos subido por pura flojera a la casa. Pero por lo menos me dejaron el cepillo.

Wednesday, November 14, 2007

10 años de egreso


Quedé en deuda con ustedes, les iba a comentar de la celebración de los 10 años de egreso del colegio. Pero la cota se me adelantó e hizo un excelente resumen. Lo copio acá para que se rían un poco....solo quiero decir que lo pasé increíble, que las quiero un montón y que tenemos que repetir esta experiencia...Ahhh y de verdad, no manejo taaaan mal jajajaja




Nada más esperado que el reencuentro de las ex inesianas, al principio se pensó en una fiesta de graduación ya que pese a los 10 años de aquel lamentable episodio, todavía hay quienes anhelábamos la reivindicación...aunque hubiese pagado por unir a algunos personajes después de tanta agua bajo el puente uf! definitivamente optamos por la sanidad mental de varias y nos decidimos por una escapadita a la playa... ¡qué mejor terapia que cagarnos de la risa?! eso si fué sanidad mental... Dejo el registro de tantos recuerdos que afloraron juntos a unas escasas latas de cerveza... pero heineken ah! y una botella de ron toda cagona que para sorpresa de varias amaneció más de media. En definitiva la edad nos ha hecho más prudentes y menos alcohólicas.


Llegamos a Pichilemu, el "Lucho" nos entregó las llaves de la misma casa que visitamos en 4º básico con Sor Presen... de ahí pa' elante todo fué pura nostalgia. Nos acordamos del traje de baño a crochet de una ex compañera y de lo chicas que éramos pa andar carretiando ya a ésa corta y tierna edad.


Llegamos en el flamante Citroën c3 de la Pancha, luego de pasar por fantasilandia en la conducción... entre nos... temí que la Panchu manejara como las pelotas, pero realmente maneja como las weas! ja ja de verdad amiga no puedo decir que la licencia te la regalaron porque tengo entendido que pagaste quince lucas, pero vaya! mi Dios! mi Santa Bárbara bendita como decía Sor Carmelina que la Angélica casi tuvo la guagua con tanto sobresalto y/o achunte preciso a los eventos...Pancha Schumager que más se puede decir.


Como no hubo "por donde" con la llave que nos pasó el "Luscho" ( entiéndase luego de tomar bebida Ship) más que trapecista pasandome por el portón descubrí que era lanza ya que con un simple alambrito logré que se abrieran esas puertas y con ellas los más jocosos recuerdos de nuestro querido cuarto medio a 1997.


Hubo pocas pero guenas las tontas regias! unas me confesaron que sólo llegaron porque temieron vivir las penas de la abstinencia que dicta el Príncipe Fallú para aquellas que faltaran a la cita. No en vano es nuestro protector y quien nos ayuda a salir de todos los problemas, debo admitir que a él invoqué para abrir ese portón con un alambre oxidado y torcido.


La Maca, señora, aunque su padre le dijera que era muy mal visto que una mujer recien casada se mandara cambiar sola con sus amigas a la playa, ésta no hizo juicio y partió igual dejándonos asombradas frente a tal reveldía marital, la Maco, Herrera, Jany, Paula, Lily madre regia, Pancha, Angélica y yo, nos dispusimos a disfrutar nuestra estadía en la playa. Comenzamos por escoger un dormitorio para todas, pasaríamos lista y el pelambre empezaba con la Daniela Abarca y terminaría con Elba Tobar... no llegamos ni a la Marcia castro y estábamos todas rajas durmiendo, hilando babas,el tiempo pasa de trasnochadoras a viejas cagás... exhaustas con el paseo a la playa donde por supuesto no pudo faltar el dibujo de Angélica en la arena... La planta de la felicidad, donde cada flor tenía cierta similitud con el miembro viril ...un clásico de la Enseñanza Media... hasta que nos dibujaron "aquello" en el parque... de ahí no paramos de reirnos.


Que cuando alguien andaba ruborizada le decíamos -"Uy! que estai PI DE PE", que el marido de la Lala dijo una vez- "¿Dónde compraron este Bolladol?, que la Angélica empezó con sus caras de tortilla corredora, Hugo González González, la cara 'e caballo, recordamos la vez que subimos a la Capilla del colegio a implorar por la buenaventura en una prueba y entre rezo y rezo no dijimos Diosito te lo suplico si no que "te lo su pico"...de ahí en adelante risas y más risas... que la tele de cartón, que los partidos de rugby, que el juicio por la muerte de Tirifilo el pájaro disecado, que las callampas del parque, la carta de amor a daness, que la corretía del perro de la Angélica a mi frágil persona...Nico que definitivamente murió de un tumor al ... porque la egoísta de la dueña no lo dejó pololear nunca.


Fuimos al súper y causamos furor...nos silbaron en cada calle por donde pasamos, a lo que la Ange muy ofuscada les dijo "que no respeten a una mujer embarazada" pa' que decir lo divertida que se veía con sus lentes marcados...una verdadera mapache. Nuestra compra icluyó cereales, yogurts, pastas talliani...que a todo esto te quedaron ricas Fran, jugos Ades, jalea, en definitiva puras wevás, por suerte al otro día nos mandamos un pastel de jaiba de aquellos.


Me alegré mucho de verlas, de verdad a la Lily no la veía desde el miércoles 11 de enero de 1998, tal como lo registré en mi diario já que a todo esto mis escapes en el video quedaron muy buenos con el audio de Jany computeichon.


Ayyyy como hemos cambiado, mas serenas, reposadas pero igual de parlanchinas, y con las mismas ganas de hacer cosas divertidas que en el cole, cantamos todas las canciones de Pablito Ruíz, New Kids On The Block y rezamos un rosario por Eduardo Palomo (Q.E.P.D.), buscamos la T de cobre perdida en un freno impulsivo de Pancha al volante, pero fué en vano... aprendimos como fecundar sin morir en el intento, la vela , las patas pa' arriba Etc. recorrimos las tiendas artesanales pero ya nadie se compró postersss, ni aros llamativos, sólo nos limitamos a comprar revistas y best sellers ¡Puta que estamos viejas! la Ange se compró "Ser Padres", yo "Buena Salud" ( típico de hipocondríaca) y así sin más caminamos por las calles de la ciudad con paso lento, como en un tour del INP. Por supuesto Herrera, toda una quinceañera ondulais, carreteó hasta que le dió puntada y en esta jornada de fotos "cashual" no nos acompañó...estaba pasando la mona.


Queridas asistentes bendecidas por el príncipe Fallú, me encantó verlas... pensé que iba a ser más decadente, deprimente...todas nos adecuamos a nuestra edad (sueño frustrado de la Andrea Castiglioni) asumimos nuestros veintitantos y los disfrutamos... chí preguntenme a mi... aunque se espantara la Ange yo lo paso chancho , en fin lo pasé demasiado bien y todavía podemos reunirnos...hasta que el reumatismo y la artrosis lo permitan...


A las que no asistieron no se quejen después...el Príncipe Fallú no perdona. Ah! y las pelamos más que la cresta!!! ja ja ja

Wednesday, October 24, 2007

10 años de egreso

Estoy emocionada! Este fin de semana vamos a celebrar con mis compañeritas de curso los 10 años de salida de colegio. Nos vamos a Pichilemu, a recordar viejos tiempos, reírnos a carcajadas, tomar vino con durazno y bailar las mismas canciones que bailábamos a los 17. Si esto no logra rejuvenecernos, nada lo hará!!!!
Hemos estado preparando este paseo desde el año pasado, recolectando fotos (de papel, ha sido un parto escanearlas porque recordemos que hace 10 años no existían las cámaras digitales), bajando música y acumulando recuerdos de la época de estudiantes.
Muchas no van a poder ir, por diferentes motivos, pero sé que estarán ahí en espíritu...
Después del paseo les cuento los detalles de tan magno evento...

Thursday, October 04, 2007

La Lola

Mi abuela tiene 98 años. O eso es lo que dice su carnet, porque sabemos que antes la gente que vivía en el campo iba sólo una vez al registro civil, cuando se le juntaban la cantidad de hijos suficientes para saber que ya no tendrían más, y ahí cruzaban el campo, tomaban la carreta y a la parvada de niños y se iban a inscribirlos. Para que al menos tuvieran un nombre oficial. Para que al menos el mundo supiera que existían.
Los hermanos sobrevivientes de mi abuela eran 4, 5 con ella. Mi abuela, Elsa, era la mayor. Luego venía la Berta, Eduardo, la María y el Nano (siempre le dije tío Nano, y ahora me vengo a dar cuenta de que nunca supe como se llamaba).
La Berta se casó con un árabe inmigrante musulmán que se vino a establecer a Chile, así que tomó sus cosas y se fue a vivir a Melipilla. El Lalo nunca quiso salir de su casa en el campo, así que ahí se quedó y tuvo a su familia. Lo mismo le pasó a la María, pero ella nunca se casó: yo la recuerdo como una viejecita desdentada, sentada frente al brasero y siempre, siempre, terminaba ofreciéndonos una gran caña de mistela y un pedazo (que pedazo!) un cuarto de torta de biscochuelo con manjar cubierta con merengue. Y el tío Nano era el menor y según mi abuela, el más buenmozo. Dicen que parecía una estrella de cine, que era el más cotizado por las niñas del pueblo, y terminó casado con la Ofelia, la más linda de todas. Pero al Lalo, la María y el Nano se los llevó la trombosis, hace años atrás. De los cinco, sólo quedan las mayores, la Elsa y la Berta. La Elsa es mi abuela, más conocida por Lola.
La Lola es una mujer excepcional. Mi abuelo, contraviniendo los deseos de los suegros, un día la raptó para poder casarse con ella, con el cura como cómplice de esta boda, y se la llevó a vivir a una linda casa de campo.
La Lola nunca se conformó con ser sólo una dueña de casa, no, ni lo imaginen. La Lola se levantaba a las 5 de la mañana, ordeñaba las vacas para hacer queso, tejía mantas y ponchos en el telar, cultivó un hermoso jardín, amasaba y cocía pan y tenía un huerto. Cuando empezaba el Mes de María, todas las vecinas se reunían a rezar en una gruta que ella tenía en el patio, siempre lleno de hermosas flores fragantes. También se ocupó de criar a 3 niños: Humberto, Patricio y Manuel. Pero el Manolito murió a los pocos años, le dio una pulmonía que no había nada que hacer y simplemente se fue, así que quedaron los dos hermanos que ahora son conocidos como Chacho y Pato.
Un buen día, al gobierno le pareció una estupenda idea hacer un embalse, justo en el valle donde vivían mis abuelos, así que empezaron a comprar todos los terrenos del sector. De esta manera, la Lola tuvo que cruzarse de brazos y mirar con profunda tristeza como su jardín, su huerto y su hermosa casa donde habían crecido los niños desaparecía bajo el agua, hasta que no se vio más que la punta del techo sobre el lago.
Debido a esto, mi abuela tomó el telar y sus cosas y se fue a la nueva casa, donde aún vive. También es una casa hermosa, construida en la cresta de una loma y rodeada de árboles. Pero tengo la impresión de que nunca la ha considerado su casa, porque su casa está en el fondo del lago, aunque es en este lugar donde ha visto nacer a sus nietas (tiene 7 nietas mujeres, incluida yo) y a sus ocho bisnietos.
Desde que tengo memoria mi abuela es viejita, y es obvio, si pensamos que cuando yo nací ya tenía más de 70 años. Claro que las cosas han cambiado, porque cuando yo era chica siempre estaba trabajando, arando el huerto, dándole comida a las gallinas o pelando duraznos para hacer conservas o mermeladas. Ahora, cada vez que la veo la encuentro más viejita, como si de a poco se fuera consumiendo, como una vela.
Ya nos ha amenazado al menos dos veces, una vez que se resfrió y le derivó en pulmonía (porque los resfríos de uno no son lo mismo que de alguien de más de 90 años), y otra vez que se cayó y se quebró la cadera. El doctor dijo que lo más probable era que nunca volviera a caminar, pero como estamos hablando de la Lola, en un par de meses ya andaba en un burrito por toda la casa.
Desde esa caída, la Lola ya no ha sido más la Lola, aunque su cabeza y su lengua siguen tan bien como si tuviera 20. El otro día le presenté a Jose, y le dijo “cuide a esta niñita, mire que es bien polola”, sembrando la duda en la mente de mi pololo. En incontables ocasiones la he tratado de sobornar y/o engatusar para que me entregue los secretos de sus recetas de cocina, como la cazuela, la tortilla de rescoldo, el manjar casero y unos panes dulces cubiertos de merengue que se llamaban “Pajaritos”, pero no me suelta prenda.
Todos los días, pero todos los santos días de su vida, la Lola reza un rosario. Según dijo, reza por cada una de sus nietas (yo creo que ahí reside mi salvación), por los enfermos, por los pobres y por las benditas ánimas del purgatorio.
Lo peor es que cada vez que voy a verla, sé con certeza que no le queda mucho tiempo con nosotros. De hecho, creo que el que haya vivido 98 años de vida y que pueda disfrutar de ella hasta ahora es una bendición, tanto para mí como para mi familia. Lo único que espero es que cuando se vaya, siga cuidándome y rezando por mí desde el cielo.

Recuerdos literarios

Mi amiga Paula me inspiró a escribir algo respecto de mis recuerdos literarios. Y pese a que comenté en su blog, me quedaron ganas de seguir repasando mi historia de amor con los libros. Como puse en el post, mi primer encuentro con un libro fue en un viaje a Santiago con mis papás, donde vi en un escaparate de una librería el libro "Annie", ilustrado con tapas rojas duras y un olor a papel recién impreso que aún guardo en mi memoria. Justamente había visto la película, así que pedí que me lo compraran y me lo leí con entusiasmo. Creo que ese fue justamente el comienzo de mi idilo, puesto que en el libro salían muchas cosas más detalladas que en la película, incluso con otro final, y de ahí no pude parar de leer nunca más.
Una de las escritoras que marcó mi infancia fue Luisa M. Alcott. Convivía con sus personajes infantiles y adolescentes, con las desventuras de "Mujercitas" (recuerdo que ellas se ponían una pinza en la nariz para dormir a ver si se ponía respingonas), "Hombrecitos", "Jack y Jill", "Bajo las Lilas", "Una chica a la antigua", riendo y llorando con sus historias. Obviamente, Papíto Piernas Largas (también de tapas rojas duras), me encantó, y fuí la niña más feliz de la tierra cuando Yudi descubre quién era su protector. Otros libros que marcaron mi infancia fueron "La Porota de Hernán del Solar, Las aventuras de Tom Sawyer, Alicia en el mundo de las Maravillas y el Diario de Ana Frank.
Papelucho fue mi fiel acompañante de muchos días de infancia, haciéndome reir mucho con sus ocurrencias y sus dichos (choriflai, macanudo), así como Condorito y su amigos.
Más grande, descubrí en la biblioteca de mi casa un libro rojo, con más de 1.000 hojas tipo biblia, que era una colección de libros de Agatha Christie. No fue más que empezar a leerlo para no poder parar nunca más (Debo decir que soy un poco obsesiva con los libros porque en esa ocasión, recuerdo que me levantaba, comía y hasta me duchaba con el libro abierto, para no perder ni un minuto de leer). A ese siguió otro, otro y otro (mi favorita es Miss Marple), hasta que el otro día hice un recuento y creo que sólo me faltan 7 libros para completar toda la historia literaria de Agatha.
Una de las cosas que debo hacer al menos 4 veces al año es mi peregrinaje personal a San Diego, lugar donde buceo en el universo paralelo de libros viejos, con olor a guardado y anotaciones personales de gente a quien no conozco, pero que compartimos la misma historia.
Debo confesar que por lo general soy bien "best selleriana", en el sentido que leo lo que me entretiene, más que lo docto. Eso explica en parte mi afición a los libros de escritores más masivos, policiales, o de terror. Y ahora, con esto de los e-books, he bajado un montón de libros en internet. Hoy en día, mis autores son Patricia Cornwell (Escribe la historia de una patóloga forense-abogada que descubre crímenes), Stephen King (algunos libros, como El resplandor), Robert Bloch (Psicosis), Ira Levin (El Bebé de Rosemary, Las poseídas de Stepford).
Sin embargo, mi mayor amor literario es Tolkien, y mi mayor deseo es haber conocido la Tierra Media y a los hobbits (creo que de hecho, reuno muchas características de uno jajaja), y toda la carga literaria de este gran autor.
Me encantaría, alguna vez, hacer un peregrinaje personal a Inglaterra. Inglaterra es Narnia, es la Tierra Media, es el país de Agatha, de Sherlock Holmes de Harry Potter (obvio que me he leído todos los libros de Harry como 5 veces cada uno, el último lo encargué a Amazon en inglés y me lo leí antes en internet) y de todas las historias misteriosas que esconde la permanente niebla londinense.

Thursday, August 16, 2007

Caso de Estudio

Me han dicho muchas cosas en mi vida, desde “patas de lana”, “pata de cumbia” (un apodo que me tiró un niñito flaite en Las Cabras, y que hizo que mi mamá casi se hiciera pipí en plena calle de la risa que le dió), “Patuleca”, y otros, pero jamás alguien me había dicho que soy un CASO DE ESTUDIO.
Siguiendo las recomendaciones de mi profesor de clases de manejo, quien al ver mi desastrosa coordinación se figuró que ni con pituto iba a poder salir bien en el examen psicomotriz de la municipalidad para la licencia, partí a un neurólogo para que me diera un certificado que asegure que mi condición no me impide manejar con normalidad.
Para quienes no me conocen, desde que tengo uso de razón he tenido una pésima coordinación, tengo algunos movimientos involuntarios sobre todo con la parte izquierda de mi cuerpo, y aprendí a caminar como a los tres años. Hasta ahora, cuando he caminado mucho y estoy cansada se me enredan los pies y me caigo (me pasó el martes, azotando mi pobre rodilla en la entrada del edificio; nadie puede decir que no soy la dueña legítima después de eso), pero para mí todas estas cosas son parte de mi vida.
Estoy acostumbrada a que, de repente, las personas que recién conozco me queden mirando como bicho raro cada vez que escribo o que tengo que hacer algo con precisión milimétrica; sin embargo, eso nunca me ha afectado en lo que realmente importa, pues la gente que me rodea me quiere así como soy, y lo más importante, yo también. Cuando yo era chica, los doctores le dijeron a mi mamá que esto era producto de mi nacimiento prematuro, y con eso se quedó.
Llegué a la consulta de este doctor, un viejito de lo más simpático, a quién le expuse mi situación, explicándole que esta era la primera vez en mi vida que esto me podría provocar un problema. Me dejó hablar, me miró con cara de preocupación, y me dijo “Esto para ti es algo normal. Déjame decirte que en todos estos años de mi carrera, jamás había visto un caso como el tuyo”. Me hizo una serie de pruebas, tales como hacer fuerza con las piernas y brazos, seguir un objeto con la mirada, pasar con mi dedo índice de mi nariz a su nariz ( obvio que casi le saco un ojo) y otras cosas por el estilo, mientras me preguntaba si alguna vez me había dado un ataque o había perdido el conocimiento.
Finalmente, me dijo que yo era un caso de estudio, que le encantaría pedirme una resonancia de mi cerebro para ver qué había de malo en mi cerebelo, pero que como a mí no me afectaba mayormente, y no había ningún medicamento que valiera la pena tomar (porque la alternativa era tomar medicamentos contra la epilepsia, un sinsentido), me iba a dar el certificado. Un certificado de lo más divertido, porque empieza diciendo que tengo movimientos involuntarios, que tiro cosas, pero que pese a todo esto, estaría en condiciones de manejar…No sé si me darán licencia con eso!
Bueno, y como adivinarán, también me muero de ganas de saber qué hay en mi cabeza, así que cuando me sobren 240 lucas (que es lo que vale el examen), me lo haré y se lo mostraré al doctor…tal vez me arregle y después pueda hasta trabajar de mesera con patines!!!!

Wednesday, August 01, 2007

Clases de manejo

Me compré un auto. No me atrevía por el gasto que implicaba, y porque según mi presupuesto, el Citroen C3 era completamente imposible. Por eso, no me pude resistir a una interesante oferta que conciliaba el auto de mis sueños con mi presupuesto. Lo fui a conocer, y me enamoré a primera vista. Después, lo amé cada vez más porque lo llevé al taller y me confirmaron que estaba en perfectas condiciones.
El único detalle es que pese a ser mío, de mi entera propiedad, no lo siento así, porque todavía no puedo manejarlo. No puedo porque nunca aprendí a manejar cuando era chica, y las únicas veces en que mis papás se atrevieron a intentar enseñarme, mi mamá quedó con lumbago como por una semana (con la tensión no se podía ni mover), choqué un árbol, me sacaron un parte por andar sin licencia y reprobé el examen de conducir más fácil de Chile, en mi pueblo natal. Todo eso se explica por mi pésima motricidad y un nivel de nerviosismo exagerado.
Con esta experiencia sobre mis hombros, obvio que no quise saber de manejar por al menos 10 años. Y resulta que por las cosas de la vida (más que nada, los apretujones del Transantiago y los viajes largos en bus a la casa de mis papás), aquí estoy de nuevo, con un autito mío y todas las ganas de empezar de nuevo. Mi pololino se había ofrecido a enseñarme, sacándome a pasear por las noches en calles de poco tráfico, pero como me conozco, sé que nos habría costado al menos un par de discusiones o tal vez el término de la relación, y consideré que no valía la pena perder tanto por tan poco, así que me puse a buscar una escuela de conductores, y llegué a la más top de todas.
Es un profesor particular, que va a hacer las clases a domicilio y que además, hace todos los trámites para conseguir la licencia. Yo pensé que iba a llegar a mi casa a sentarse en la mesa y a hacerme clases “a la antigua”, pero llegó con un tremendo equipo, con notebook y datashow, con una presentación que proyectamos en la pared, de lo más entretenida, con videos, powerpoint y toda la tecnología.
Sin embargo, la parte más terrible es la práctica. Cada vez que me subo al auto, me pongo tensa como una estatua, pienso que todos los autos vienen encima mío y que demás que me echo a algún peatón en los cruces. Después de que pasa la hora, llego a la casa todavía tensa, adolorida, pero con ganas de volver a intentarlo. Además, el profesor tiene una paciencia de santo, me repite ocho mil veces lo mismo y no pierde la calma, y en esos momentos agradezco haber tomado la decisión de tomar clases, porque Jose me mandaría a la punta del cerro, totalmente comprensible.
El otro día le comentaba a las niñas de mis clases de manejo, contándoles que para el profe me había convertido en un verdadero desafío, porque quiere que saque la licencia a toda costa: imagínense que me dejó por todo el fin de semana las máquinas del examen, esas tijeras donde hay que seguir un caminito sin salirse (misión imposible para mí, obvio), otra maquinita que da vueltas y los pedales de reacción, para que ensayara.
Creo que me convertiré en la “niña símbolo” del manejo si es que saco la licencia, porque el comentario de todas mis amigas fue “si tú sacas la licencia, yo también puedo hacerlo”. Y cuando les comenté de mi sensación de que no había avanzado casi nada, la Rebe me subió el ánimo contándome que la primera vez que tomó el auto de un amigo para aprender a manejar, el jeep se dio dos vueltas completas en el cerro, quedando prácticamente inutilizado, como para que yo me diera cuenta de que hay cosas peores que doblar con mucha velocidad en las esquinas.
La otra duda que me queda es si alguien se subirá conmigo el día que saque licencia, o si estoy condenada a andar sola por la vida. El único que me ha dicho que sí es mi pololino (sólo porque me quiere mucho), pero casi todos me tienen miedo.
Yo, como siempre, confío en mí. Me falta todavía una semana y media de clases, así que ya les contaré si me dieron la licencia, para pasarlos a buscar y demostrarles que pueden andar tranquilos conmigo al volante.

Tuesday, June 26, 2007

Mi "Meme"

Creo que está de moda hacer esta especie de terapia "Si no fuera yo", en los blogs, así que me sumo e invito a los que quieran a hacer lo mismo.

Si fuera un mes: Septiembre porque es el mes donde el invierno se despide, el pasto aun está verde en el cerro y comienzan a salir las flores primaverales, es como el despertar del mundo y de mi ánimo también.
Si fuera un día de la semana: Sería un sábado por esa rica sensación de que faltan muchas horas para el lunes siguiente.
Si fuera un planeta: Venus, porque es más calientito que la tierra y el nombre recuerda a una mujer.
Si fuera una hora del día: Las 11 de la noche, cuando los ruidos cesan y mi almohada me invita a dormir.
Si fuera una bebida: Un café del Starbucks con crema de avellanas…que rico!
Si fuera un instrumento musical: Un piano, me encanta el sonido de las notas y la forma de tocar, a veces con mucha energía y otras veces con tal delicadeza que parece que están sobre pétalos de rosa. También el saxo, con su tono tan cadencioso…
Si fuera una fruta: Sandía o chirimoya, muy ricas, pero muy peponas también.
Si fuera un sabor: Café o chocolate, nunca más los olvidas.
Si fuera un postre: Babarois de frutilla, Mousse de chocolate.
Si fuera una comida: Lasagna, o una buena cazuela de pollo de campo.
Si fuera una parte del cuerpo: Los ojos, incapaces de mentir aunque la cabeza quiera.
Si fuera un CD: “The city of Angels”
Si fuera una canción: “Over the rainbow”, siempre que la escucho me da esperanza. O cualquiera de Kenny G, cada vez que lo escucho se me pone la piel de gallina.
Si fuera una asignatura: Teoría política, soy una idealista irremediable.
Si fuera un deporte: ¿Comer es un deporte?
Si fuera un número: Siempre me he sentido identificada con el 7, porque era mi número de lista en el colegio.
Si fuera una edad: Creo que 17, cuando todavía el mundo es del color que uno quiera.
Si fuera un color: Rojo
Si fuera una ciudad: En Chile, comparto con Bárbara: Valdivia porque es siempre verde y tiene un río y playas. En el mundo, todas las que conocí en Europa.
Si fuera una película: “Good Bye Lenin”. ¡Dije que era una idealista!
Si fuera un actor/actriz: Me encanta Hugh Laurie (Doctor House), pero creo que yo sería más parecida a la doctora Cameron.
Si fuera una carrera profesional: No sabo, creo que periodismo es lo que más se acercaba a mí. Tal vez literata.
Si fuera un país: Chile, de todas maneras, soy patriota a morir.
Si fuera un sentimiento: Amor, de todos los tipos.
Si fuera una virtud: Lealtad y alegría.
Si fuera un defecto: Impulsividad, siempre hago las cosas sin pensar.
Si fuera un personaje histórico: Me atraen esas personas que tú miras y transmiten paz, como el papa Juan Pablo II y la madre Teresa de Calcuta.
Si fuera un artista/banda: Ay, no sabo! Creo que Rossana, porque canta con el corazón.
Si fuera una obra de arte: Cualquiera de Van Gogh. Sus colores me llenan de vida.
Si fuera un libro: Aquí si que es difícil por los miles y miles que me gustan. Pero creo que sería El Señor de los Anillos, porque amo a Tolkien y los valores que sustenta en sus historias.

Tuesday, May 29, 2007

Todo pasa en Las Cabras

¿Se acuerdan de ese tipo que se mató tomándose una botella de pisco al seco? ¿Y del amigo que, curado, le pasó la plancha caliente al otro en la cara porque quería ver cómo se vería “planchado”? ¿Y de que fue precisamente en Las Cabras donde vieron a Zacarach y se escapó por poco? ¿Y del matrimonio donde el novio no llegó porque lo llevaron preso el mismo día, cuando fue a comprar las flores del matrimonio? ¿Y del taxista que echando sacos de harina, cajas y canastos en el auto, tomó el moisés con la guagua de la pasajera y la dejó bien acomodadita en la maletera junto con toda la mercadería y hasta el balón de gas? ¿Y cuando Quintanilla, el caballero que usa un bisoñé, hizo dedo en camioneta y se le voló el peluquín? ¿O cuándo el papá de Ángel salió de su casa en calzoncillos para pegarle a un sordomudo que lo fue a despertar de su siesta para pedirle plata y en una jugada magistral, el sordomudo entra en su casa, cierra la puerta y lo deja en plena calle sin poder entrar?

Todo eso, mito o verdad, pasó en Las Cabras.

Mi pololo dice que todo lo que sea digno de contar pasa en mi pueblo natal, y la verdad es que cada vez que voy a ver a mis papás, tienen una nueva historia que contar. La última vez que fui, mi mamá me contó que un bus había atropellado a dos curaditos que iban en bicicleta en plena calle, y cuando estaban en el suelo, uno le dice a otro: “Manterola, Manterola, ¿No te dije que nos subiéramos a la vereda mejor? Y yo claro, me cago de la risa imaginándome a Manterola y al amigo tirados en medio de la calle sosteniendo esta conversación.
Hay cosas que sé que son ciertas, porque lo he visto con mis propios ojos, o porque lo he sabido de primera fuente. Lo del tipo que se intoxicó con pisco puede haber pasado perfectamente en Las Cabras, porque creo que es uno de los lugares donde más he visto tomar.
Lo de la plancha caliente fue de antología. Un vecino de Las Cabras llega con un amigo después del carrete, justo después que su señora había terminado de planchar. Al llegar, toma la plancha caliente y se la pone en la cara al amigo, al tiempo que pregunta:¿Cómo te verías planchado? No fui testigo de la escena, pero vi la quemadura del individuo y se veían hasta los círculos de la parte de debajo de las planchas estampados en un cachete. Lo del matrimonios sin novios también lo viví en carne propia, puesto que estaba invitada a la ceremonia. Lo peor no fue que la novia quedara esperando vestida a un novio que nunca llegó, ni que el novio haya estado preso en el momento que tenía que casarse, sino que la fiesta se hizo igual porque no se podía devolver toda la comida y los postres que ya estaban preparados, ni la música ni la ornamentación que ya estaba pagada. También sé de primera fuente lo del sordomudo, porque le pasó al papá de un amigo.
He sido testigo también de cómo mis tíos han mandado al mismo niño a comprar agua en polvo, semillas de hilo negro y herraduras para gato a la ferretería, y como estaban coludidos con el ferretero, al pobre lo tenían dando vueltas por todo el pueblo.
Pero hay cosas que entran en la mitología popular, como que vieron a Zacarach en la plaza, comprando un paquete de cabritas; o que encontraron huesos de dinosaurios en el cerro, o que el diablo jugaba tejo en los cerros de Peumo (que queda al lado de Las Cabras) y que por eso hubo que poner una cruz.
Verdades o mentiras, todas estas historias pasan a formar parte de la esencia del ser cabrino, esa facultad de exagerar las cosas hasta el punto de que los mismos protagonistas no las pueden reconocer de lo distorsionadas que quedan luego de pasar de boca en boca.
Me gustaría que Las Cabras siguiera siendo por siempre el pueblo donde nací, donde podíamos dejar las puertas abiertas y entrar a las casas de tus amigos como Pedro por tu casa y donde caminabas por la calle y todo el mundo te conociera. Me gustaría rescatar las salidas en saltarina por la plaza del pueblo, las láminas del álbum de los cariñositos, los viajes al colegio en furgón y en taxi, la colección de esquelas perfumadas, llegar a tu casa un día de lluvia a sentarte al lado del fuego, con sopaipillas recién hechas y con “Carrusel” en la televisión. El olor a leña quemándose en la chimenea, a poncho mojado por la lluvia, a tierra y caballo, a entrar en tu casa y cambiarte los zapatos de colegio por esas botas calientitas en la chimenea. Díganme si no echan de menos sus propias infancias.

Monday, May 28, 2007

Tres son multitud

No. No es que me haya metido con la nueva serie de Megavisión. (Ni siquiera sé de qué se trata, ni sabía en qué canal la transmiten), sino que desde hace un mes tengo un arrendatario nuevo en mi departamento, quien es el mejor amigo de mi pololo.
Ha sido muy divertido. Cuando le conté a mis amigas, me dijeron si estaba loca, porque no iba a poder hacer nada sin que mi pololo se enterara. Cuando mi pololo contó, le dijeron si estaba loco, por dejar (y no solo dejar sino que promocionar) que su mejor amigo viviera en la misma casa que su polola.
Y al parecer, la locura no iba mal encaminada. El Oso (así le dicen a mi nuevo conviviente) es muy simpático, y los tres lo hemos pasado chancho bajo este régimen. Además, la verdad es que él trabaja más en las tardes y en las noches, así que hay días en donde ni siquiera nos vemos.
Respecto de los reparos de mis amigas, debo decir que quien nada hace nada teme, y como una de mis reglas es la fidelidad (solo una vez fui infiel y me arrepentí tanto que jamás lo haría en mi vida), no tengo muchos problemas. Para Jose es fantástico, porque aprovecha de visitar a su polola y a su mejor amigo al mismo tiempo y hacemos siempre cosas de tres o de cuatro (cuando se suma la polola del Oso).
La última arrendataria era una niña suiza, muy amorosa que ahora se fue a recorrer América Latina, y por ella conocimos a otras niñas extranjeras, con quienes hemos armado un grupo muy entretenido. El último fin de semana largo, nos fuimos a Los Vilos, con estas niñas y otro suizo, amigo de mi pololo, además de la cuñada con toda su familia, y cada cierto tiempo nos juntamos a comer.
En Los Vilos lo pasamos muy bien, comimos como contratados (asado, mariscal, pasteles, empanadas de mariscos, y un largo etc), con lo cual veo que seguiré subiendo de peso en esta relación, porque ya llevo tres kilos en dos meses y medio. Y por supuesto, me compré todo el terreno de las cabañas, porque me saqué lo que es la cresta. Caí planchadita en la tierra, a tal nivel que quedé con costras en las rodillas, igual que cuando era cabra chica, y ahora en la oficina, no paro que rascarmelas, porque me tienen desesperada. Lo más gracioso fue la cara de todos cuando me vieron en el suelo. Por supuesto que me levante como un resorte, con poca dignidad pero al mismo tiempo cagada de la risa, mientras Jose me retaba por patuleca.
La playa estaba exquisita, la comida también, y en resumen fue un excelente fin de semana, muy descansado, tanto que dormí más que el hijo de 10 meses de la hermana de mi pololo, llegando al increíble promedio de 14 horas diarias. Pero sueño en mala, esa cosa que de verdad estás soñando a la una de la tarde y no te despierta ni un camión. Creo que tendré que ir al doctor para controlar mi hipotiroidismo.
Otra cosa que se me ha ocurrido hacer ahora es mosaico, así que estoy tomando unas clases muy entretenidas para aprender esta técnica. Ya he hecho dos cajitas y queda realmente espectacular el trabajo. Lo divertido es que como ustedes saben, yo tirito como una hoja de papel cuando me toca hacer algún tipo de trabajo manual de precisión, así que tengo a la profesora enferma de los nervios cada vez que tomo las pinzas para cortar las cerámicas, y corto chueco hasta con la máquina de líneas rectas…Pero en fin, lo importante es que las cosas igual quedan muy bonitas y lo paso muy bien en las clases, que es lo importante.

Friday, May 04, 2007

Me sorprende hasta donde puede llegar la maldad humana. Cada vez que escucho de papás que golpean a sus hijos hasta dejarlos medio muertos, de depravados que atacan a niños, de mujeres que han sido víctimas de un asaltante, violador o asesino, me pregunto en qué sociedad estamos viviendo.
¿Tanta es la soledad y la desesperación que lleva a la locura a un adolescente y le provoca a matar a sus propios compañeros en un colegio o en una universidad?
Vivimos en una sociedad demasiado exigente, que no perdona el error, la fealdad o la diferencia. Vivimos rodeados de personas que se sienten solas, con ese sentimiento de vacío que corroe hasta los huesos.
Buscando un sentido a la vida, muchos se pierden en caminos sin sentido.
Sólo de esta manera se explica la existencia de sectas y comunidades como la de Pirque, donde las personas se refugian en un espacio propio, acatando las reglas de alguien que les entrega una sensación de seguridad, de pertenencia, de comunidad, aunque esto exija grandes sacrificios.
Yo soy de la idea de que no es necesario apartarse completamente de la sociedad para hacer de este mundo un lugar más acogedor y feliz.
Falta que nos empecemos a preocupar por las cosas que realmente importan. Vivimos estresados, exigidos, cada díabuscando la perfección. Buscamos la pareja perfecta, la casa perfecta, los hijos perfectos. Pero lamentablemente no existen. La vida es una caja de bombones, como decía Forrest Gump, y no hay certeza mayor que esa.
He tenido estas reflexiones por diferentes motivos:
- Uno, porque estoy leyendo "Los mensajes de los sabios", de Brian Weiss, y pese a que me resisto a la idea de la encarnación perpetua, estoy de acuerdo con él en muchas cosas, sobre todo en que somos seres creados por el amor, hechos para dar y recibir este sentimiento de los demás, y que perdemos el sentido de nuestras vidas por lo material, por el exitismo, por la belleza, por todo lo que no nos podemos llevar cuando estemos muertos.
- Otro, porque conversando con un compañero de trabajo, nos contó lo angustiado que estaba porque a su hijo de 11 años le estaba yendo pésimo en el colegio. No se lo podía explicar, dado que él (papá) fue el mejor de su clase cuando estaba en el colegio, fue el primero en la PAA, y ahora no puede soportar la idea de tener un hijo flojo. ¡Pobre niño, me digo yo, si tiene papás con expectativas tan altas! Lo que me llamó la atención, fue que mi compañero ni siquiera estaba preocupado de si el niñito era feliz o no, sino que su única preocupación era que se farriara su futuro...
- Otro, porque he visto a través de la prensa tanta violencia, tanto odio, tantas cosas horrorosas, que me han llevado a pensar qué clase de sociedad estamos construyendo, donde adolescentes mueren de anorexia por perseguir un ideal inexistentes, donde jóvenes salen a la calle a destrozarlo todo sólo por el placer que eso produce, donde padres golpean a sus hijos hasta morir....
- Finalmente, porque siento que pudiendo hacer muchas cosas, tampoco las hago. Me conformo con vivir mi vida, como muchos, teniendo un tremendo potencial de entregar alegría, optimismo y fe.

Tuesday, April 17, 2007

Fiesta de disfraces


Me encanta hacer fiestas de disfraces para mi cumpleaños. Sé que algunos amigos me odian, otros me ruegan para poder ir disfrazados de ellos mismos, pero la gran mayoría se entusiasma con la idea y busca y rebusca en su imaginación un traje no reciclado, una idea novedosa. La mayoría de las veces, les da resultado.
La principal razón de por qué me gustan las fiestas de disfraces es porque en mis cumpleaños generalmente se reúnen personas de distintos grupos de la vida, como el colegio, la universidad, danza, el magister, etc, y ellos no se conocen entre sí. Sin embargo, al ir disfrazados siempre habrá una especie de complicidad y nunca faltará el tema de conversación.
Este cumple 27 fue además muy especial, porque tenía muchas muchas cosas que celebrar y agradecer: mi trabajo nuevo y mi pololito lindo hermoso, entre otras cosas.
En un momento, miré la cantidad de gente reunida, disfrazada, pasándolo chancho, y de verdad me di cuenta de que además, debo agradecer a Dios por la cantidad y calidad de mis amigos. Ver a la Rebe, a la Dani y a todas esas amigas desde la más tierna infancia me llena de alegría, porque mal que mal con 27 años de vida compartiendo con las mismas personas. Y eso que faltaron personas importantes, por diferentes razones, como enfermedades, compromisos familiares, etc.
Mi pololo, un siete. Cautivó a todas mis amigas en un dos por tres, porque nadie lo ganó en entusiasmo, cariño y preocupación por mí. Pobrecito, porque preparó todas las mesas, bailó como nadie, repartió torta y se preocupó de que todos estuvieran felices, todo esto cagado de calor porque el disfraz de rey era precioso, con mangas largas y bordado por todos lados, pero más caluroso que andar con traje de látex.
Hubo mucho disfraces: Jose y yo nos disfrazamos de rey y reina, hubo dos chinitas, un albañil, un chino, un grupo de mociclistas, unas niñitas en pijama, unas góticas, un española, los power rangers en acción, dos egipcios, un hippie, un esqueleto, un maestro jedi, angelitos, diablitos, Minnie y hasta la Blanca Nieves...
Les agradezco a todos la compañía, la buena onda, la increíble disposición para disfrazarse, los regalitos, los abrazos, los buenos deseos, porque todo eso hizo que mi cumpleaños 27 fuese inolvidable.

Monday, March 26, 2007

Marzo 2007: Vida nueva

Oh My God! Es todo lo que puedo decir de marzo de 2007.
De repente, y sin previo aviso divino, mi vida está dando vueltas y yo me encuentro parada en medio, como en el ojo de un tornado, mientras todo gira y gira. Eso sí, es una sensación de lo más agradable, porque me han pasado cosas extraordinarias.
El otro día, cuando hablé por teléfono con la Vania, me dijo: Amiguita, parece que Dios por fin se acordó de ti…¡Y de qué manera!
Tengo trabajo nuevo y novio nuevo…¡Y todo eso en menos de un mes! Siento como si me hubiese tomado una botella entera de Felix Felices, la poción de Harry Potter que te da buena suerte.
Vamos por partes: primero el trabajo y después el novio…sé que me odiarán las copuchentas, pero es mejor dejar lo más emocionante para el final.
Hace tiempo ya que quería cambiarme de pega. Desde octubre, me he puesto las pilas actualizando mi CV en los sitios web de internet, pasando el dato a mis contactos y buscando una nueva alterativa laboral, ya que el trabajo en agencia es muy desgastante y luego de cuatro años ya estaba que me tiraba por la ventana, a punto de “colacsar” de estrés laboral.
La verdad, ya había perdido casi todas las esperanzas, porque era febrero y no me llamaban ni para dar la hora, hasta que me llamaron la segunda semana de marzo por un puesto al que había postulado a través de Laborum (yo le tenía cero fe a Laborum, pero ahora puedo ser hasta endorser). Cuando me llamaron, la verdad es que no me acordaba ni qué cargo era, porque me había metido en cuánta oferta pidiera una periodista. Me contaron que este cargo era para el sector público, que era de Jefa de Comunicaciones, y que me estaban llamando para participar de un concurso público.
Fui a la entrevista, nuevamente sin tener mucha esperanza, porque por experiencia amiguil sabía que estos concursos a veces están más arreglados que mesa de cumpleaños.
El caso es que ya la primera semana estaba en una cuaterna, y la semana pasada, luego de tres entrevistas y ese típico examen psicológico donde tienes que decir qué demonios ves en unas manchas que se parecen terriblemente a un murciélago pero que se supone que no debes ver un murciélago…un test como la PAA (o la PSU mejor, para no demostrar mi edad), donde me di cuenta que todo lo que aprendí de matemáticas en algún momento de mi vida se me borró de la cabeza como si me lo hubiesen aspirado, y otro test donde te preguntaban lo mismo de 800 mil maneras diferentes…algo así como: Me gusta hacer pequeños favores a mis amigos, me gusta ayudar a mis amigos, me gusta cooperar con mis amigos, me gusta consolar a mis amigos…
En fin, luego de todo ese proceso, me llamaron la semana pasada para comunicarme que luego de una ardua deliberación y al ver los resultados de los test y de las entrevistas, se habían decidido por contratarme (al parecer, pude encubrir bien mi locura jajja). Yo, por supuesto, no cabía en mí de gozo, ya que este trabajo representa un tremendo desafío profesional...Ya les contaré cómo me va.
Igual despedirme de acá es super difícil, porque mal que mal son cuatro años compartiendo con las mismas personas, con mis compañeras de trabajo, que nos reímos muchísimo y las quiero un montón…las extrañaré mucho mucho.
Bueno, y por la misma fecha apareció Jose, mi pastelito. Justo cuando había decidido mandar a todo el género masculino a darse una vuelta a la punta del cerro, aparece en mi vida este hombre, que me tomó, me miró a los ojos y me dijo: “Ten claro que yo no quiero ser uno más en tu vida. No quiero ser un Mr. Miércoles, sino que un Mr. Lunes, Martes, Miércoles, Jueves, Viernes, Sábado y Domingo”.
Y como a los hombres jugados no me puedo resistir por mucho tiempo, aquí estoy, junto a él, en una etapa de conocimiento mutuo, y descubriendo a una persona maravillosa, que me hace reír todo el tiempo y que tiene un corazón de oro. Jose es de esos hombres que siempre están rodeados de amigos, con el chiste a flor de labios y la risa fácil, pero que a la vez me abraza y me hace sentir segura, protegida, querida.
Que más les puedo contar…nada más que estoy feliz como una lombriz, una perdiz y una codorniz juntas, que la verdad, le doy ánimo a todos los que puedan estar pasando un mal rato, ya sea en el amor o en el trabajo, y que espero contagiar las buenas vibras para todo el que las necesite…Al empezar el año, la verdad es que nunca imaginé las sorpresas que me depararía, así que estoy convencida de que la espera siempre vale la pena.
Y ahora, un aviso de último minuto, como los curas cuando terminan la misa: vayan pensando qué demonios se van a poner de disfraz en mi cumpleaños, que será celebrado el 13 de abril en un lugar por definir…no en mi casa, porque puede aparecer Norton y nos caga el carrete!!!!

Tuesday, March 13, 2007

Vamos a comerciales...


Nosotros somos la generación anterior al TV Cable. Somos niños que nacimos condenados a los canales nacionales, en mi caso a los antojos de una antena que cuando quería se movía y permitía distinguir algo en la pantalla. También somos la generación de los comerciales, porque cada vez que veíamos monitos, una película o cualquier cosa, no era asunto tan fácil como hacer zapping en 90 canales.
Aquí va un regalo para esa generación, para los que en vez de tararear al ídolo pop del momento, cantábamos las canciones de los spots publicitarios…


SOPROLE

Todos los días la vida es algo nueva
todos los días pequeñas grandes pruebas
Lo podemos lograr
lo podemos lograr
Si encontramos la fuerza para vencer y para avanzar
Todos lo que queremos
con la fuerza y con la ayuda
de esas pequeñas grandes cosas
que nos llevan a triunfar
las pequeñas grandes cosas
que nos llevan a triunfaaaaaaar.
Soprole, el yogurt


LOREAL

Cuando me preguntan ¿y esa luz en tus cabellos?
Yo digo Preference Excelance de L’Oreal,
Para mí, la mejor coloración del mundo,
Profunda, luminosa, muy natural.
Es cierto que es un poco más caro,
pero ¿mi cabello lo merece, no?
Queda tan suave, tan brillante,
Como yo quiero.
Como él quiere.

PETIT FOR

Hola Mi Amor, ¿mucho trabajo?
Sí, demasiado, ¿Qué hay de comer?
Unos ricos fritos de espinacas.
¿Pero cómo? ¿Otra vez lo mismo?
Es que hay cosas que a usted le gustan, pero no le alimentan
¡Me voy a la casa de mi mamá!
¿Y qué le da su mamá que no le pueda dar yo?
Ella me da Petit For
¡Pero yo también tengo Petit For!

COLUN

MI mamá me da Manjar Colún
Me da tortas con Manjar Colún, me da panqueques con Manjar Colún y me da empolvados con Manjar Colún…
A mí también
¡Si somos hermanos!
¡Chócale!

Y había uno muy tierno de galletas McKay donde una niña se levantaba de la cama con susto…la canción era:
“Qué rico es saber, que siempre están contigo…aquellos que te quieren de verdad”,
pero no me acuerdo como sigue…

¿Alguien tiene un comercial favorito?

Thursday, March 08, 2007

Día de la mujer


No me gusta este día. Siento que es un resabio más de una sociedad machista. Hay dos maneras de verlo, y ninguna me gusta:

1. Pobre mujer, hay que hacerle un día: Machista. Nos ven como unos pobres pájaros desvalidos a los que hay que proteger, cuidar y mantener, porque nuestra naturaleza es femenina. Tiene directa relación con el que cuando una llora, tiene mal genio o no tiene ganas, te dicen: Ya andai con el SPM! como si los hombres no tuvieran sus malos momentos.

2. Premiemos a la mujer que se la puede: Si es posible, odio este punto de vista más que el primero. Son las típicas notas que muestran a mujeres camioneras, mecánicas, pilotos de jet y claro! hay que celebrarlas porque se atreven a meterse a un mundo de hombres. La verdad, creo que el género no tiene nada que ver con las opciones de vida; y todas son válidas.

Lo que más me molesta es que no exista un Día del hombre. Ahí nosotras podríamos celebrar y premiar a todos esos hombres que se han metido en el "mundo de las mujeres", esos especímenes aún raros que se han pegado el alcachofazo de que están viviendo en el siglo XXI y no en el XV. Esos que han aprendido a cocinar algo más que arroz con huevo; esos aún más raros que se han dado cuenta de que las mujeres no somos máquinas y que por lo tanto una ayudita en la casa siempre es bienvenida; y ya esos raros raros, que han agarrado un pañal desechable y han mudado a sus hijos.

Lamentablemente, veo la realidad de mis hermanas, de mis jefas y de algunas de mis amigas y me doy cuenta de que aún existe el estereotipo "yo trabajo, tú te quedas en la casa". Uno de mis cuñados es de lo más amoroso, adora a mi hermana, pero la cabra chica puede estar llorando dos horas porque quiere su chupete en frente de él y no es capaz de pasárselo porque lo tiene que hacer mi hermana....He conocido otros casos donde ambos trabajan, pero el tipo llega a la mesa y se instala a esperar que le sirvan.

Desde hace algunos años, empecé a rezarle a Dios por alguien anónimo; le pido que por favor cuide y proteja a ese individuo que está destinado a ser mi marido (si me caso alguna vez), y esta noche le pediré que además de cuidarlo, y de meterle en la cabeza que un cariño de vez en cuando no es malo, que las fechas importantes como los cumpleaños son importantes y que la fidelidad es un valor, por favor le sople en el oído que ser machista ya pasó de moda.

Monday, March 05, 2007

Soltería mórbida y desintoxicación masculina

Llegando a los cuatro años de soltería mórbida, he decidido comenzar con un proceso de desintoxicación masculina. Me he hecho exámenes neurológicos (de la cabeza) y cardiovasculares (del corazón), y he llegado a la conclusión que todo lo que he consumido en materia de hombres ha terminado por colapsar mi sistema nervioso, linfático y hasta respiratorio.
Las causas han sido un exceso de hombres pendejos, mamones y pasteles, según las sabias palabras de mi terapeuta-doctor-amigo del alma, Jorge. Tal como una mala dieta alimenticia termina por socavarte el cuerpo, el exceso de este tipo de hombres puede socavarte el alma, produciendo alucinaciones, distorsión de la realidad y otros síntomas parecidos.
Hagamos un repaso, analizando cada una de las categorías que me han llevado a este extremo de soltería “mórbida”.
Pendejos: Lo sé, lo sé, no me reten, pero desde siempre me han gustado los ejemplares tiernos, con carita de guagua, quienes son ideales para sentirte más joven, pero fatales a la hora de establecer compromisos de cualquier tipo. Ejemplo viviente: en realidad, cualquiera presente en mis columnas, exceptuando a Apu.
Mamones: La mayoría de las veces, va en concordancia con su condición de pendejos. Son los tipos que literalmente no hacen nada sin consultar con la mamá, que a los 30 y tantos aún viven en la casa paterna, o que simplemente están aterrados de establecer lazos permanentes y duraderos con cualquier cosa, incluyendo mujeres. Ah, también entran en esta categoría los que se llevan como las pelotas con su polola eterna, no quieren seguir con la relación, pero que sin embargo, se portan como perritos falderos cuando están a su lado. Ejemplo viviente: el que instalaba a su mamá en medio de los dos mientras veíamos una película romántica.
Pasteles: Bueno, aquí está mi categoría favorita, esos hombres dignos del record guiness en cuanto a pastelerías. Aquí entran todos los de las categorías anteriores y más. Entra por ejemplo, Mr Miércoles, el individuo que invitaba a salir a MI compañera de departamento frente a mis narices, el papasnatas que se olvidó de saludarme para mi cumpleaños, el que me propuso que fuera su patas negras, los que llaman a las 2 de la mañana curados, etc, etc, etc. Si sigo enumerando, comenzaré a llorar a mares y no es la idea de mi tratamiento.
Mis amigos dicen que tengo una especie de radar para atraer a estos individuos, porque a veces aguanto más cosas de las que debería…pueden tener razón.
Y bueno, dado el estado de enfermedad mental y espiritual que esto me ha provocado, hace más o menos un mes llegué a la conclusión de que debo tomar una cura de desintoxicación masculina. Vale decir, mantenerme a “dieta” de mamones, pendejos y pasteles, tomando puras agüitas de hierbas y remedios homeopáticos, hasta que mi condición mejore o aparezca un ejemplar sano de cuerpo y alma que me cure de una vez por todas. Por ahora, la abstinencia será mi lema.

Wednesday, February 28, 2007

“Everybody lies”: la amiga negada


Debo confesar que me he vuelto una adicta a “Dr. House”. Me encanta él, ese ser desagradable e irónico, tan superiormente intelectual y tan miserable e inseguro al mismo tiempo. Admiro a los doctores que están a su cargo, porque a un jefe así ya lo habría mandado a la cresta, y sí, por supuesto que pondría mi vida en sus manos. (Para los interesados, lo dan de lunes a viernes a las 20.00 en el Universal Channel)
Es drogadicto, metido, impertinente y solitario, y su mayor máxima es “Everybody lies”. Pensándolo mejor, el hecho de que House mienta muy pocas veces en la vida, el hecho de que siempre diga lo que piensa y que hable con la cruda y triste verdad es lo que más nos descoloca, pues estamos acostumbrados a mentir.
Desde siempre. Hemos sido criados con la certeza de que la verdad está bien y la mentira mal, pero junto a esto, nos enseñan a decir que es muy mal educado decirle a alguien que es feo, que es tonto o que la comida que prepara estaría mejor en el plato del perro. Nos dicen que seamos sinceros, pero también que hay mentiras blancas, piadosas y verdades a medias.
Yo miento. Todo el mundo miente.
¿Por qué mentimos? Hay muchas razones: mentimos para no ser impertinentes, para no hacer sentir mal a alguien, para ocultar nuestra vergüenza de nosotros mismos y para no dejar entrever nuestras debilidades. Decimos “no importa”, cuando de verdad nos importa y mucho, decimos “te perdono” cuando el corazón aún resiente. Decimos “ya estoy mejor” cuando todo es un caos en tu interior.
Sin embargo, en este mundo de mentiras, hay unas más condenables que otras. Decirle a alguien que su comida es buena o decirle a tus papás que te vas de vacaciones con tus amigas cuando de verdad vas con tu pololo es aceptable; decirle a tu esposa que tienes trabajo cuando estás con otra mujer es completamente condenable.
¿Cuánto mienten ustedes y si tuvieran que hacer un ranking...cuál es su peor mentira?
No pido que me contesten...¡yo no lo haré!
Se me ocurrió escribir sobre esto porque la semana pasada me fui de vacaciones a La Serena con Rodrigo (el mismo amigo con el que viví un par de meses). No sé si lo recuerdan, pero Rodrigo tenía un amigo Opus Dei que durante todo el tiempo que vivió conmigo le rogaba que por favor se fuera a otra parte, porque estaba expuesto a la tentación al vivir con una mujer bajo el mismo techo. Al principio, me daba risa saber que alguien me consideraba el demonio personificado, o quizás tan atractiva que ningún hombre podría resistirse a mis encantos; más tarde, ya me empezó a dar lata, porque este individuo jamás me había visto en la vida y ya me estaba etiquetando. De hecho, visitó a Rodrigo a mi casa un día en que yo no estaba, y no quiso entrar a mi conocer mi pieza, pensando tal vez que iba a encontrar alguna especie de culto satánico o la tabla ouija encima de la tele. Por otro lado, Rodrigo le insistía que sólo éramos amigos, porque oh! De verdad existe la amistad entre hombres y mujeres y la mía con Rodrigo es un ejemplo bastante evidente.
El caso es que llegando a La Serena, estábamos instalándonos en el hostal donde nos quedaríamos, cuando este amigo llama por teléfono a Rodrigo. Yo escuché no porque quisiera, sino porque era inevitable, y así supe que Rodrigo le mintió a su amigo, contándole que se iba de vacaciones con un grupo de amigos, y no solo conmigo, para que el tipo este no le hiciera atados. Yo lo encontré absurdo, la verdad. Y le dije a Rodrigo que hubiese entendido que le mintiese a su abuela (a la mía le puede dar un ataque si sabe que salí con un hombre de vacaciones), o a sus papás por atadosos. Pero mentirle a un amigo porque es Opus Dei y cree que íbamos a caer en “pecado” por el solo hecho de salir juntos...¡Por favor! Creo que hasta me sentí un poco mal, como la “amiga negada”...al menos no me negó tres veces, como Pedro.
Me carga la gente que busca imponer sus propias ideas y creencias a los demás, sin respetar las decisiones de vida del resto. Me cargan las personas que se creen dueñas de la verdad en cualquier ámbito y que no entienden que cada persona tiene la libertad de creer y hacer de su existencia lo que le haga feliz. Si un amigo empezara a comportarse como el de Rodrigo, mi respuesta sería: ¿Por qué no te vai un ratito a la cresta, y te quedai allá haciendo berlines?

Wednesday, February 14, 2007

"Tranchantiago"

Anoche, alguien tocó a mi puerta. La abro y eran el rey Juan Carlos y la reina Sofía de España, quienes venían a visitarme. Yo los atiendo con toda naturalidad, hasta les pregunto cómo está la “Leti” por la terrible muerte de su hermana y lamento que no haya podido venir de visita (sobre todo su estupendo marido).
Les sirvo té en unas tazas de porcelana que parece que fueran mías desde tiempo inmemorial, para luego sentarme con ellos y conversar de la vida. Ahí fue donde me sonó el despertador y salté de la cama.
Lejos de codearme con la realeza, me tenía que levantar para enfrentar un aburrido día laboral. Además, prendo la televisión para obligarme a salir de la cama y veo la media escoba que ha quedado con el “Tranchantiago”, como le han empezado a decir a nuestro flamante sistema moderno de transporte. A las personas que entrevistaban, les faltaban palabras para expresar su rabia y frustración, y le dedicaron a Zamorano un par de garabatos (Se ve que a Zamorano le gustan las empresas arriesgadas, primero le pide matrimonio a la Kenita Larraín y ahora acepta ser rostro oficial del Transantiago: hay que ser bien valiente).
Yo ya estaba preparada, así que en vez de micro empecé a tomar el metro, debiendo caminar más, pero al menos así no hago el trayecto colgando arriba de una micro, lo cual, dado mi pésimo equilibrio, equivale a arriesgar mi vida. De vuelta del trabajo, me vengo caminando hasta mi casa, así que en resumen, personalmente no me afecta. Sin embargo, no dejo de estar disconforme con el dichoso cuento, sobre todo cuando veo que en todo el camino desde mi casa al metro con suerte veo una micro (antes pasaban sin parar), y los pobres pasajeros van tan apretujados que de milagro la micro no se revienta. (Hoy se partió una oruga en dos, quedando incrustadita en la puerta de un banco. En la oficina nos imaginábamos a las personas que estaban adentro, la tremenda impresión al ver que se acercaba un bus a toda velocidad). Y mientras el ministro hablaba de lo maravilloso que estaba funcionando todo (igual me gusta Espejo), uno veía las imágenes en los diarios, en la televisión y en la misma calle, y daban ganas de reírse en su cara.
Realmente, yo no sé cuál es la idea de celebrar la mediocridad en este país. Celebraron la “reparación” de la Alameda, y ahora celebran el inicio del Tranchantiago... ¡Cómo se nota que ninguno anda en micro! En fin, espero de corazón que el sistema se regule algún día, porque la verdad es que sí estaba de acuerdo en terminar con las micros amarillas, porque contaminaban mucho, eran muy peligrosas y la seguridad de los pasajeros dependía absolutamente del humor del chofer. Sin embargo, ahora no sé si es peor el remedio o la enfermedad...
He de decir además que mi mamá no entiende nada, que si se perdía en Alameda cuando venía a Santiago, ahora sí que va a andar tan perdida que ni “Troncalito” ni Zamorano en persona la van a sacar del apuro, y que mi papá está verdaderamente indignado porque ahora para venir a esta ciudad tiene que tener pase diario para entrar en auto al enredo de autopistas concesionadas y estar pendiente de que la tarjeta Bip tenga saldo para no quedar debajo de la micro...¡O sea, no espero la visita de mis papás hasta dentro de un siglo!
Mejor me voy a dormir por hoy...Tal vez me venga a visitar Carolina de Mónaco o Lady Di.

Thursday, February 01, 2007

Cosas

Me cagaron. Pusieron un Starbucks en Ricardo Lyon, justo al lado de mi gimnasio. Y yo que estaba feliz porque por fin había encontrado la manera de ejercitarme sin pasar horas de horas haciendo repeticiones en una máquina o tratando de seguirle el paso de baile a los profesores, que creen que uno nació con ritmo y coordinación.
Estoy yendo al "Curves", una compañía que en tres rutinas semanales de 27 minutos cada una promete volverte una curvilínea y escultural mujer. (Si resulta, prometo darle el dato a todas).
Bueno el tema es que dudo seriamente de poder resistirme al café del Starbucks después de hacer mi rutina. Y como soy una verdadera chanchita, me gustan esos cafés con haaarta azúcar (alimento que tengo prohibido) y con cremas de almendras, avellanas, vainilla, mmmmm.... Es uno de los placeres de la vida, ya que los de los "otros" estoy en periodo de franca recesión.
Hablando de otras cosas, estos días han sido medios extraños. El año 2007 ha sido bastante sanador, como cerrador de algunos círculos que permanecían abiertos:
-Volví a hablar con un ex al que le partí el corazón
-Volví a hablar con el que me lo rompió a mi
Esto de cerrar cosas del pasado a uno lo va liberando del karma, de la culpa y de los malos recuerdos, pero también agota un poco.
También he pasado por un corto periodo de depresión; no sé qué me dio, de repente me sentí como la cucaracha menos importante del Planeta Tierra, una mota en el polvo que nadie aprecia, pero ya lo estoy superando, gracias a los incontables ánimos de mis amigos del alma.
Ahh, y también estoy bastante dispersa, como lo habrán notado en este post.

Monday, January 29, 2007

Como antes

Estás esperándome en tu auto. Hiciste mil preguntas, como si no te acordaras de mi calle, de mi casa, del camino que hiciste tantas veces.
Me subo tensa, nerviosa, con el pecho apretado. Ni siquiera me atrevo a mirarte, por miedo a recordar lo que nunca fue.
Luego, una mesa tranquila, un pisco sour en la mano y una cerveza en la tuya y la conversación fluye. Te hago reír hasta que casi se te escapa la cerveza por la nariz, y hablamos de cosas sin importancia, hasta ir de a poco, descubriendo lo importante.
Como antes.
Me cuentas que estás triste. Que ella te rompió el corazón en mil pedazos, que le entregaste tu alma y no fue capaz de manejarlo.
Trato de consolarte con mi mejor discurso: Dios así lo quiso.
Pero en silencio, me pregunto qué habrá hecho ella para enamorarte. Y qué me faltó a mí para que me amaras.
Sin embargo, no te digo nada.
Me miras, un poco avergonzado. Me dices que ahora te das cuenta, que ahora entiendes. Me pides perdón por el adiós nunca dicho.
Yo te digo que ya no importa. Que desde el principio estabas perdonado.
Qué bueno que ahora podamos ser amigos, dices.
¿Amigos?
¡Amigo el ratón del queso! Pienso yo.
Por dentro me río.
Y lloro.
Como antes.

Wednesday, January 17, 2007

¡Qué vivan los novios!

El viernes desperté a las 7 de la mañana y después de eso no conseguí pegar un ojo. Me caí pésimo porque sabía que me esperaba el matrimonio de los Cachos, o sea, una larga noche de baile y carrete.
Me di vueltas como pollo asado, tratando de conciliar el sueño, pero al parecer los nervios de dar la defensa de tesis frente a una comisión me habían superado. Finalmente, después de haber dilatado el asunto de la tesis por años hasta entregarla en mayo, ya terminaría oficialmente mi magíster en ciencia política con mención en instituciones y procesos políticos (¡Qué top suena!, ¿no?)
A las 12.00, estaba muy formalita, con ese vestido que guardo para ocasiones especiales como esta y el estreno de tacos después del esguince (tacos bajos comparados con las sandalias destinadas para la noche), y hecha un atado de nervios, hasta que aparecieron los dos profesores que constituían la comisión. Comencé mi presentación media turuleca, con voz temblona y las rodillas tiritonas, pero como suele ocurrirme, ya después me relajé y en veinte minutos ya había terminado. Lo terrible viene después: la maldita ronda de preguntas donde los profesores parecieran tener un chip en la cabeza, programado para preguntar exactamente lo que uno jamás pensó al hacer la tesis. Yo sudaba la gota gorda, tratando de hilar una respuesta coherente, defendiéndome como gato de espaldas. Tal parece que lo hice medianamente bien, porque luego de una corta deliberación (donde me quedé prácticamente sin uñas) entré y me dijeron que había pasado con la digna nota de un 5.7. Eso se promedia con el 5.5 inicial, así que salí con un 5.6 final. ¡Y ya puedo decir que soy magíster! ¡Hurraaaa!
Volví a mi casa, con la intención de pasar directamente a la peluquería para no andar corriendo más tarde, pero vi mi camita y ahí me quedé, realmente inconsciente, no estaba segura si de calor, de sueño o de una combinación de ambos. Obviamente, desperté a las 4 y media de la tarde, volé a la peluquería, elegí que me hicieran un moño enrulado (suplicándole a la peluquera que por favor me lo dejara lo menos ochentero posible; esos chochos chicos a los lados de las orejas no se pueden ver más flaites) y ahí estuve por las siguientes tres horas (Odio a los hombres, que se bañan, se afeitan, se ponen un traje y ya están listos). Me tiraron el pelo, me pusieron pinches por todos lados, me hicieron la manicure, me pintaron, así que cuando me ví libre de enruladotes, de toallas y de cuánta cosa te ponen en la peluquería, me miré al espejo y casi no me reconocí. Ustedes saben que yo soy lo menos vanidosa que hay, pero de verdad, me veía muy bonita. Obvio que después de esto, me tuve que ir volando a poner el vestido, los tacos y todo el cuento, porque ya me habían pasado a buscar.
Pero por muy bonita que estuviera, evidentemente no me veía mejor que la novia. La Vania se veía espectacular, su vestido era maravilloso, su caminar emocionado por la iglesia fue increíble y además, todo esto estaba enmarcado en un aura de felicidad que era compartida completamente por Cacho…En ese momento, el mundo era solo de ellos dos, y para los demás, era un privilegio compartir ese cariño. Me resistí a llorar en la iglesia por mi sentido de la dignidad y por el recordatorio de la Pao (acuérdate que pagaste por el maquillaje).
Más tarde, la comida estuvo deliciosa, la música y el carrete muy muy muy güeno. Obviamente, los delicados tacos que hacían verme alta, estilizada, de piernas perfectas, no duraron ni una sola canción. Cuando miré mi tobillo post esguinzado y vi que mi pie comenzaba a parecer una empanada de lo hinchado, volaron los tacos. Sólo me los volví a poner cuando me subí al auto de la Pao para volver a la casa.
Lo que me llamó la atención fue la cantidad de mujeres solteras que estaban invitadas. Cuando hicieron el llamado a las solteras para el lanzamiento del ramo, la pista de baile quedó prácticamente repleta…cosa que no ocurrió con el lanzamiento del guante del novio…Después me dicen que no hay una desproporción entre la cantidad de mujeres y hombres en el país.
En resumen, todo estuvo perfecto. Estuve con amigos que no veía hace mucho, como Manolo y Ángela, dos colombianos que vinieron exclusivamente a Chile para el gra evento, y comí como una chanchita, agradeciendo haberme puesto un vestido y no el corsé rojo, que ya a las dos de la mañana aprieta como si te estuvieran torturando.
Ahora, los Cachos andan en su luna de miel, y todos estamos a la espera de las fotos oficiales y no oficiales del evento… Nuevamente, los mejores deseos a la pareja del año y nos vemos pal bautizo! jajaja

Monday, January 15, 2007

Pancha magíster

Sé que prometí escribir el sábado, pero recién hoy me siento recuperada de tanta emoción...Los nervios de la defensa, al sentirme atacada por las profundas preguntas de los profesores, y el alivio al saber que ya soy magister...
Luego, un sueño inquieto, cuatro horas en la peluquería y el matrimonio con bailoteo hasta las tantas de la mañana.
Mi cuerpo me pidió a gritos un fin de semana de descanso. Mi tobillo, recién se está desinchando luego de la primera postura de tacos post esguince (por supuesto, los tacos sólo duraron la hora de la comida, después, bailoteo a pata pelada). Los novios estaban felices, los amigos también...prometo escribir latamente sobre este gran acontecimiento.
Por ahora, sólo quiero dormir unas horas más...

Tuesday, January 09, 2007

Viernes 12

Este viernes 12 de enero defiendo la tesis del magister.
Este viernes 12 de enero se casan los cachos.
Por la defensa, estoy nerviosita.
Por el matrimonio, feliz.
El sábado les cuento cómo me fue.

Sunday, January 07, 2007

Reflexiones de una BJ

Encontré el libro “El diario de Bridget Jones” en internet, y hoy empecé a leerlo. Ya tengo una biblioteca completa de e-books, (donde tengo desde los libros que usé para mi tesis hasta todos los volúmenes de Los reyes malditos) que personas muy amables comparten en la red, pero no sé si algún día los lea todos. Aún prefiero mil veces los libros de papel, esos que te puedes llevar a la cama y guardarlos debajo de las almohadas; esos que encuentras después de meses o años cuando haces orden en la casa y te da la sensación de recuperar a un viejo amigo. La pantalla del computador es bastante menos amigable, pero igual salva sobre todo cuando quieres ahorrar plata.
En fin, el caso es que estoy leyendo el Diario de Bridget Jones y como ya lo he escrito, que atroz lo identificada que me siento.He reído a gritos con las aventuras de esta soltera inglesa, que parece comprenderme tan bien...y eso que aún no termino de leer.
Como ella, todos los años me hago firmes propósitos de año nuevo, de buscar un trabajo más excitante, de ir al gimnasio (este año sí, lo prometo), de acabar con relaciones insanas que desde el comienzo auguran el fracaso, de llamar a esos amigos con los que me he distanciado, de cerrar círculos incompletos, de pagar mis deudas y no gastar más de lo que gano, de dejar de llorar y sentirme desgraciada una o dos veces al mes....lo malo es que todos los años, los propósitos son los mismos. Sigo enredada hasta las masas con sujetos incomprensibles, en la misma oficina y con los mismos clientes, endeudada hasta el cuello y ahogando mis penas en las tiendas de ropa, entre otras conductas irracionales.
He reído a gritos con situaciones en las que he estado metida más de una vez, como la ocasión donde Bridget Jones se queda atrapada en un vestido en un probador de una gran tienda, corriendo de un lado a otro con el vestido en la cara, y sin poder tampoco sacárselo por la cadera; mal porque una vez, en una tienda de Providencia, se me ocurrió probarme una linda blusa sin cierre, a la hora de almuerzo de un caluroso día de verano: obviamente, terminé atrapada en la maldita blusa, teniendo que pedir auxilio a la vendedora para poder sacármela sin romperla.
Y no saben cómo la entiendo cuando espera horas a que suene el madito teléfono, o cuando tiene que ir a la farmacia a comprar un test de embarazo, luego de una apasionada noche con el tipo menos comprometido del planeta...los minutos en que estás sentada en el baño, esperando que aparezcan las famosas rayitas del test, arrepentidísima y ya imaginándote con una guagua en los brazos y un padre ausente.
O esas veces, cuando te toca ir a reuniones sociales de la pega, donde no conoces a nadie ni tampoco te interesa, porque te sientes como pez fuera del agua, en un ambiente que no es el tuyo, o peor, esas reuniones familiares donde todos te celebran porque eres profesional, inteligente, con departamento propio, pero en el fondo, todos te tienen lástima por tu mala suerte en el amor, e inventan frases de consuelo como “lo que pasa es que los hombres huyen de las mujeres demasiado exitosas”. Y cuando estás emparejada, el tipo nunca es lo suficientemente bueno para ti.
Oh, Bridget, quiero hacerte un homenaje a ti y a todas esas mujeres que conozco y que son simpáticas, amorosas, entregadas y brillantes; porque si el final del libro es igual que la película aún quedan esperanzas; porque al final del día las personas que te apoyan siguen siendo las mismas; y porque siempre queda el recurso de reírse de uno misma y de perderse en el abrazo de un buen amigo.