Monday, May 28, 2007

Tres son multitud

No. No es que me haya metido con la nueva serie de Megavisión. (Ni siquiera sé de qué se trata, ni sabía en qué canal la transmiten), sino que desde hace un mes tengo un arrendatario nuevo en mi departamento, quien es el mejor amigo de mi pololo.
Ha sido muy divertido. Cuando le conté a mis amigas, me dijeron si estaba loca, porque no iba a poder hacer nada sin que mi pololo se enterara. Cuando mi pololo contó, le dijeron si estaba loco, por dejar (y no solo dejar sino que promocionar) que su mejor amigo viviera en la misma casa que su polola.
Y al parecer, la locura no iba mal encaminada. El Oso (así le dicen a mi nuevo conviviente) es muy simpático, y los tres lo hemos pasado chancho bajo este régimen. Además, la verdad es que él trabaja más en las tardes y en las noches, así que hay días en donde ni siquiera nos vemos.
Respecto de los reparos de mis amigas, debo decir que quien nada hace nada teme, y como una de mis reglas es la fidelidad (solo una vez fui infiel y me arrepentí tanto que jamás lo haría en mi vida), no tengo muchos problemas. Para Jose es fantástico, porque aprovecha de visitar a su polola y a su mejor amigo al mismo tiempo y hacemos siempre cosas de tres o de cuatro (cuando se suma la polola del Oso).
La última arrendataria era una niña suiza, muy amorosa que ahora se fue a recorrer América Latina, y por ella conocimos a otras niñas extranjeras, con quienes hemos armado un grupo muy entretenido. El último fin de semana largo, nos fuimos a Los Vilos, con estas niñas y otro suizo, amigo de mi pololo, además de la cuñada con toda su familia, y cada cierto tiempo nos juntamos a comer.
En Los Vilos lo pasamos muy bien, comimos como contratados (asado, mariscal, pasteles, empanadas de mariscos, y un largo etc), con lo cual veo que seguiré subiendo de peso en esta relación, porque ya llevo tres kilos en dos meses y medio. Y por supuesto, me compré todo el terreno de las cabañas, porque me saqué lo que es la cresta. Caí planchadita en la tierra, a tal nivel que quedé con costras en las rodillas, igual que cuando era cabra chica, y ahora en la oficina, no paro que rascarmelas, porque me tienen desesperada. Lo más gracioso fue la cara de todos cuando me vieron en el suelo. Por supuesto que me levante como un resorte, con poca dignidad pero al mismo tiempo cagada de la risa, mientras Jose me retaba por patuleca.
La playa estaba exquisita, la comida también, y en resumen fue un excelente fin de semana, muy descansado, tanto que dormí más que el hijo de 10 meses de la hermana de mi pololo, llegando al increíble promedio de 14 horas diarias. Pero sueño en mala, esa cosa que de verdad estás soñando a la una de la tarde y no te despierta ni un camión. Creo que tendré que ir al doctor para controlar mi hipotiroidismo.
Otra cosa que se me ha ocurrido hacer ahora es mosaico, así que estoy tomando unas clases muy entretenidas para aprender esta técnica. Ya he hecho dos cajitas y queda realmente espectacular el trabajo. Lo divertido es que como ustedes saben, yo tirito como una hoja de papel cuando me toca hacer algún tipo de trabajo manual de precisión, así que tengo a la profesora enferma de los nervios cada vez que tomo las pinzas para cortar las cerámicas, y corto chueco hasta con la máquina de líneas rectas…Pero en fin, lo importante es que las cosas igual quedan muy bonitas y lo paso muy bien en las clases, que es lo importante.

1 comment:

Bárbara said...

Amiga
No necesariamente esa situación tiene que ser mala, como todos te dijeron, porque al parecer lo estás pasando re bien con el Oso en tu casa, jejejeje
Y Los Vilos, qué te puedo decir!!!! toda mi infancia y adolescencia fui de vacaciones para allá, es muy lindo y tranquilo, como una mezcla de campo y playa top!
Besitos