Monday, March 05, 2007

Soltería mórbida y desintoxicación masculina

Llegando a los cuatro años de soltería mórbida, he decidido comenzar con un proceso de desintoxicación masculina. Me he hecho exámenes neurológicos (de la cabeza) y cardiovasculares (del corazón), y he llegado a la conclusión que todo lo que he consumido en materia de hombres ha terminado por colapsar mi sistema nervioso, linfático y hasta respiratorio.
Las causas han sido un exceso de hombres pendejos, mamones y pasteles, según las sabias palabras de mi terapeuta-doctor-amigo del alma, Jorge. Tal como una mala dieta alimenticia termina por socavarte el cuerpo, el exceso de este tipo de hombres puede socavarte el alma, produciendo alucinaciones, distorsión de la realidad y otros síntomas parecidos.
Hagamos un repaso, analizando cada una de las categorías que me han llevado a este extremo de soltería “mórbida”.
Pendejos: Lo sé, lo sé, no me reten, pero desde siempre me han gustado los ejemplares tiernos, con carita de guagua, quienes son ideales para sentirte más joven, pero fatales a la hora de establecer compromisos de cualquier tipo. Ejemplo viviente: en realidad, cualquiera presente en mis columnas, exceptuando a Apu.
Mamones: La mayoría de las veces, va en concordancia con su condición de pendejos. Son los tipos que literalmente no hacen nada sin consultar con la mamá, que a los 30 y tantos aún viven en la casa paterna, o que simplemente están aterrados de establecer lazos permanentes y duraderos con cualquier cosa, incluyendo mujeres. Ah, también entran en esta categoría los que se llevan como las pelotas con su polola eterna, no quieren seguir con la relación, pero que sin embargo, se portan como perritos falderos cuando están a su lado. Ejemplo viviente: el que instalaba a su mamá en medio de los dos mientras veíamos una película romántica.
Pasteles: Bueno, aquí está mi categoría favorita, esos hombres dignos del record guiness en cuanto a pastelerías. Aquí entran todos los de las categorías anteriores y más. Entra por ejemplo, Mr Miércoles, el individuo que invitaba a salir a MI compañera de departamento frente a mis narices, el papasnatas que se olvidó de saludarme para mi cumpleaños, el que me propuso que fuera su patas negras, los que llaman a las 2 de la mañana curados, etc, etc, etc. Si sigo enumerando, comenzaré a llorar a mares y no es la idea de mi tratamiento.
Mis amigos dicen que tengo una especie de radar para atraer a estos individuos, porque a veces aguanto más cosas de las que debería…pueden tener razón.
Y bueno, dado el estado de enfermedad mental y espiritual que esto me ha provocado, hace más o menos un mes llegué a la conclusión de que debo tomar una cura de desintoxicación masculina. Vale decir, mantenerme a “dieta” de mamones, pendejos y pasteles, tomando puras agüitas de hierbas y remedios homeopáticos, hasta que mi condición mejore o aparezca un ejemplar sano de cuerpo y alma que me cure de una vez por todas. Por ahora, la abstinencia será mi lema.

4 comments:

Andrea Sagues said...

Los hombres son un mal necesario,,,,asi que creo que no te va a durar mucho el receso!!!

Un besote.

Anonymous said...

amigu.......la abstinencia no sera mucho?????
el efecto rebote pde ser terrible

Anonymous said...

Pancha, no eres la unica que ha tomado esa opcion, yo estoy en eso hace 1 año mas o menos, y he llegado a una conclusion: No hay hombres sanos de cuerpo y alma. Al menos de la edad de una, todos tienen algun tipo de tara. Las unicas opciones para conseguir uno es buscar en los colegios y educarlos (lo que es un crimen) o buscar en los seminarios (lo que tampoco es garantia de nada.)
Te anticipo un efecto para que pienses bien si quieres seguir adelante con la dieta: La falta de sexo es terrible, pero hay 2 opciones, 1. adquirir un amigo "amigo" teniendo la claridad que es solo un efecto placebo, 2. comprarse un "rabbit" (Charlotte en sex and the city) ... lo que es mas sano, seguro y barato.
Suerte.

cota said...

uy! que falta me hace la receta de desintoxicación a mi...besos compañera de aciertos y pastelazos