Wednesday, August 02, 2006

Lamu Lounge

Siguiendo los consejos de Consuelo Aldunate, el grupo de amigas itinerantes por los diferentes pubs de Santiago, decidimos ir al Lamu Lounge, ante la atractiva perspectiva de champaña de bienvenida y tarot gratis.
Antes de la expedición nocturna, la Andrea se metió en la página web del lugar, averiguando que los precios de los platos y de los tragos eran casi imposibles de pagar, y además, que el dichoso pub quedaba en Borde Río. Por el bien de nuestros bolsillos, decidimos juntarnos antes en mi casa, con el objeto de tomar una opípara once que nos dejara bien satisfechas y así no caer en la tentación de comer en el Lamu.
Acostumbradas a los pubs de Manuel Montt, Bellavista y Providencia, llegamos a Borderío medias apunadas, buscando el famoso Lamu Lounge por todos lados, hasta que lo encontramos.
Ya de entradita nos sentimos como en casa, cuando un negro estupendo de dientes blancos y parejos nos dio la bienvenida y nos trajeron las copas de burbujeante champaña. La verdad es que al final la carta no era más cara que en otras partes, y que los tragos que nos tomamos estaban demasiado ricos. A esto, hay que sumarle que cada vez que una de nosotras sacaba un cigarro, el negro estupendo volaba a encendérselo, con una sonrisa de oreja a oreja, lo que causaba incontables suspiros por parte de la mesa, mientras esperábamos que Madame Lamu nos leyera las cartas.
Es increíble cómo hay dos temas que son las preocupaciones principales de las mujeres de nuestra edad. Las seis amigas que estábamos sentadas en la mesa, preguntamos exactamente por lo mismo: el amor y el trabajo. Me da risa, porque de tantos temas que uno podría preguntar, como la familia, la salud, los amigos, etc, siempre termina cayendo en la tentación de preguntar: ¿y qué va a pasar con él?, más aún cuando en realidad, conoces la respuesta.
A una de las niñas, Madame Lamu le dijo que no confiaba en su pololo, que había muchas mujeres en su pasado y que de pega, ni se hiciera moñitos porque de aquí a tres meses no iba a encontrar absolutamente nada (Olvídense como quedó la moral de esa pobre mujer). A la Andrea, le dijo que estaba la raja con el pololo, que él la amaba y que todo bien en su relación, pero que estaba media chata en su pega y que en seis meses más o menos se cambiaría; a la Dani, que se iba a reencontrar con un gran amor del pasado; a la Lorena, que se dedicara a pasarlo bien por el resto del año, porque la verdad es que no veía ningún hombre decente en ese tiempo, y a la Yoya, que se iba a dedicar a “los negocios de la familia”, como en la mafia italiana.
Yo fui a preguntar por amor, pero la bruja me dijo que había que nombrar a una persona en específico, así que pregunté por Zapatillas de Clavo. Antes de tocar las cartas, Madame Lamu hizo un gesto como de espanto, diciéndome: aquí uno de los dos está muy herido por una relación anterior, puede ser tú o él, así que no esperes nada de esta relación, él va y viene, pero en el fondo no hay nada serio ahí.
Puta, cuéntate una que no sepa (pensé yo para mis adentros, agradeciendo que la lectura de las cartas me costara apenas 200 pesos). No me dijo absolutamente nada de mi futuro, ni siquiera una remota luz de esperanza en el amor, aunque sea para que me den ganas de volver a verla y pagarle por una lectura completa.
Así que después de leer nuestros destinos, nos fuimos todas para la casa, cagadas de la risa, y pensando en dónde vamos a ir la próxima semana. Recibimos propuestas.

2 comments:

Anonymous said...

A mi me gustó la bruja. y por 200 pesos! osea.. que mas quieren jaja
Nos vemos la otra semana
Andrew

Anonymous said...

ummm la bruja puede que si, puede que no...cuando pase el tiempo que dio para encuentros y reencuentros sabremos que onda
DONDE VAMOS LA PROXIMA VEZ???
YoYa